6 tips para tener un buen perfil en Linkedin
Tener un buen perfil de Linkedin ya no es un capricho, Linkedin es la red de profesionales por excelencia. En ella se contratan personas, publicitan servicios y se realizan transacciones laborales de toda índole.
En El Cielo Digital trabajamos constantemente con redes sociales, por eso armamos una pequeña lista de tips para configurar un gran perfil en esta red social.
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Controlá tu ego
Está bien celebrar tus triunfos, pero hay un límite para lo que la gente está dispuesta a tolerar antes de pensar que sonás poco genuino. Una cosa es celebrar un ascenso o algún logro personal, otra cosa es hacerlo con un lenguaje pomposo y exagerado. Nadie quiere oír que tu perro ganó el concurso del mejor peinado, mucho menos si lo describís como si fuera el premio Nobel (Aunque Linkedin se parece cada vez mas a Facebook!)
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Controlá la cantidad de publicaciones
En el mundo de las redes sociales, hacer más casi nunca es igual a hacerlo mejor. No hablamos de que publiqués cada mes, aunque tampoco decimos que eso esté mal. Todo depende del estilo y el tono de marca que querás dar.
Lo que sí nos atrevemos a afirmar, es que publicar más de dos veces al día te hace proclive a cometer errores, aceptar cualquier publicación con tal de mantener el ritmo e impide que desarrolles un estilo gráfico interesante debido al volumen constante de publicaciones.
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Evitá usar un lenguaje excesivamente formal
Linkedin es una red para profesionales, pero los profesionales no siempre tienen que ser la gente más formal del mundo. Los nuevos modelos de trabajo han demostrado que las relaciones horizontales a nivel laboral incentivan la producción, además de ser menos desgastantes psicológicamente tanto para los jefes como los empleados.
Además, todos los estudios de los últimos veinte años, relacionados a la psiquis del consumidor, demuestran que en la gran mayoría de los casos las personas prefieren un lenguaje ameno y sencillo.
Linkedin no es un muro de los lamentos, mucho menos un servicio psicológico. Recordá que todo lo que publiques es visible, incluso para personas que no te conviene que lo vean. Internet es una gran base de datos en la que es casi imposible que se pierdan las cosas. Pensá en todas las filtraciones que hay.
Una reputación de décadas puede irse al tacho en cuestión de segundos con un posteo irresponsable. Tené muy en cuenta que lo que puede resultar gracioso en un momento, para algunas personas puede ser visto como un acto de descortesía. Reservate los comentarios irreverentes para tus amigos más confiables y no esta mal que de vez en cuando revises tus publicaciones de años anteriores.
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Hacé contactos relevantes
Volvemos al punto 1: menos a veces es más. No te sirve tener diez mil contactos y muchos likes si estos no repercuten en nada. Hablemos concretamente; uno tiene linkedin para aumentar su red profesional y hacer conexiones relevantes. Querés amigarte con gente que compre tu servicio o que te ayude a crecer.
Tener miles de contactos que no generan negocios, publicidad o que te impulsan tu imagen es trabajar para nada. Estás haciendo un show para gente que entra gratis a la función y que se va sin dejar nada. Armá tu red en función de tus necesidades y no le mandés invitación a cualquier persona. A la larga eso solo representa una falsa sensación de exito.
Si tu perfil quiere tener una utilidad relevante y potenciar tu contacto con clientes interesados, entonces debe parecer ser humano. Nada peor que un perfil que aparenta ser manejado por un bot. La falta de personalidad y humanidad es lo menos atractivo del mundo. Por ejemplo, los canales de youtube importantes han empezado a darle super likes a los comentarios de su audiencia que lo meritan.
También, en muchos caso, responden y dialogan con los usuarios. En tal caso, deberías plantear la posibilidad de replicar este modelo de interacción. Responde cada tanto a algún comentario y demostrá, no todo el tiempo, que le prestás atención a lo que dicen tus contactos.
Mas ande otro criollo pasa Martín Fierro ha de pasar, Nada la hace recular Ni las fantasmas lo espantan; Y dende que todos cantan Yo también quiero cantar.